Ha sido un viaje precioso, lleno de contrastes, pudiendo observar una naturaleza abrupta, una forma de cultivar la vid diferente y muy interesante, tanto en la Ribera Sacra como en la zona del Oporto.
Temperaturas altas, pero hemos disfrutado de buenos hoteles, buena gastronomía y un programa excepcional y único. El Crucero por el Duero tenía un sabor especial, ver las exclusas, vivirlas in situ y disfrutar de un buen rato de sosiego con aire acondicionado en el barco fue para muchos algo muy especial.
Los Arribes del Duero nos recibieron con calor, pero el Complejo en el que estuvimos estaba estupendo de tipo rural y que decir de nuestra última visita la Ganaderia de Carreras. Disfrutamos muchisimo. No dejamos nada por ver y aprendimos del ganado bravo y equino peculiaridades que desconociamos. Tuvimos una excelente comida tipo pic nic por aquello de covid 19, pero comimos un buen queso, chorizo, salchichon, tortillas, hornazos, etc. etc. con un buen postre.
Todos pudimos obtener una fotografías excepcionales de este viaje y el ambiente fue también estupendo.